Lejos de los grandes castillos conocidos, existen bastiones, murallas o ruinas que cuentan historias de antiguas batallas, amores secretos y misterios sin resolver. Con frecuencia, estos lugares apenas son visitados o señalizados, por lo que llegar hasta ellos implica investigar y explorar, lo que aumenta la sensación de descubrimiento. Pasear por estas estructuras y dejar volar la imaginación es como asistir a una clase de historia viviente, donde cada piedra tiene algo que contar.